Ficción hereje para lectores castos

GIOVANNI RODRÍGUEZ.

(San Luis, Santa Bárbara, Honduras, 1980)
Estudió Letras en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula. Es miembro fundador de mimalapalabra y editor del blog www.mimalapalabra.com.
Durante 2007 y 2008 coeditó la sección literaria del mismo nombre en Diario La Prensa de Honduras. Leer más

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Nueva reseña, de FLHenríquez


Le dije al autor de esta reseña, Fausto Leonardo Henríquez, que no comprendía muy bien su intención al decir lo que dice en las últimas líneas, pero él quería mostrarse generoso al escribirla, a pesar de que además de poeta y crítico literario, es sacerdote -y los sacerdotes son blanco fácil en algunos tramos de la novela-. Pero como aclara en este texto, la novela "no es herética en el sentido teologal", y él, que suele leer con atención, se da perfecta cuenta.

Ficción hereje para lectores castos. Giovanni Rodríguez. mimalapalabra editores. San Pedro Sula, Honduras. 2009.

Es la primera novela de este connotado joven escritor catracho. La narración, limpia y suelta, lleva al lector hacia territorios poco frecuentados. La complicidad de unos jóvenes, burlones, libres, les permite acometer aventuras divertidas y a la vez provocadoras. El autor, a caballo entre la memoria adolescente y el garbo de la juventud, hilvana la trama de Ficción hereje para lectores castos con amplio conocimiento de aquello que narra. Es ficción, pero también realidad. Los hechos narrados, adobados satíricamente con la ironía, de alguna forma reflejan el universo religioso local hondureño. Esos hechos, en suma, se convierten en argamasa de la imaginación fictiva. Esta novela de Rodríguez no es herética en el sentido teologal, sino en el orden literario. Es decir, los personajes, socarronamente, ridiculizan a los «comerciantes de la fe» y desacralizan aquello que, para muchos, tiene un sentido y ocupa un lugar capital en su vida personal y de asociación religiosa. Las ronchas pueden salir si nuestra sensibilidad olvida que estamos ante una obra de ficción. No es una novela contra la fe cristiana, sino contra falsos modelos creados en torno a ella y contra los farsantes que la han convertido en fuente inagotable de lucro. Y, claro, a la hora de chapear el brocal, también recibe sus filazos la yerba buena. Una novela entretenida para leer con fruición, para crear opinión y discutir. A mi juicio Ficción hereje para lectores castos tiene el sino que tuvo la primera obra de Gabriel García Márquez, La hojarasca; o La Ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa. Una comparación que no es odiosa si pensamos que el futuro de Rodríguez empezó a pasar de la ficción a la realidad.





No hay comentarios:

Publicar un comentario